Datos del Foro Económico Mundial explican que la revolución digital será la responsable de la pérdida de 83 millones de puestos de trabajo en todo el mundo para 2027 y de la creación de 69 millones de nuevos puestos de trabajo. Es un entorno algo intimidante, eso es cierto, pero hay dos conceptos clave para evitar que esta ola nos llegue a los profesionales: Juan Arenas, director de Tecmilenio explica.
La tecnología se ha infiltrado en nuestro lugar de trabajo durante las últimas dos décadas como no lo ha hecho desde la revolución industrial; el nacimiento de la computadora personal, la suite informática, Internet, el correo electrónico, el teléfono inteligente, la nube. La tecnología rodea casi todos los aspectos del trabajo actual, incluso con el creciente potencial de la inteligencia artificial (IA) con herramientas como Chat GPT, DALL-E o Midjour. La IA innovadora, que es una nueva tecnología que parece comportarse, comprender y crear como humanos, nos sorprendió. Cientos de empresas ya han comenzado a probar estas tecnologías con aplicaciones que van desde el servicio al cliente hasta el análisis de riesgos financieros.
El panorama general promete ser incierto para miles de trabajadores, y ante esto, no podemos seguir siendo espectadores. Juan Arenas, vicerrector de Educación Abierta y Producción de Contenidos y director del Centro de Competencia Tecmilenio, asegura que no se trata de un pánico, sino de un proceso cíclico a lo largo de la historia de la humanidad donde hemos tenido diferencias precisas. revoluciones en ideas, acciones, formas de producción y es en esta etapa donde la tecnología juega un papel fundamental.
En 2018, durante el Foro Económico Mundial, comenzó a introducirse el concepto de la cuarta revolución de habilidades. estas nuevas tecnologías.
Ha habido mucha especulación de que con esta transformación, las máquinas reemplazarán a los humanos. Arenas explicó que no es seguro responder a esta pregunta hoy, pero lo que sucederá es que habrá una división del trabajo entre humanos y máquinas, de la cual desaparecerán más puestos manuales, pero surgirán nuevos puestos, ya que la tecnología te reemplazará. con otros medios de producción y la producción se trasladará a cuestiones de instalaciones.
Datos del Foro Económico Mundial explican que la revolución digital será responsable de la pérdida de 83 millones de puestos de trabajo en todo el mundo para 2027 y de la creación de 69 millones de nuevos puestos de trabajo. Es un entorno algo intimidante, eso es cierto, pero hay dos conceptos clave para evitar que esta ola nos llegue a los profesionales:
la capacidad de contratar y trabajar en sus habilidades digitales.
En definitiva, las estaciones de trabajo no solo desaparecerán, sino que se transformarán y debemos prepararnos para este desafío.
¿Qué se debe hacer?
Lo que traen estas nuevas tecnologías es el reto de seguir formando a las personas a lo largo de su vida e integrando habilidades blandas que se han considerado imprescindibles durante muchos años.
Una competencia digital o digital es un cuerpo de conocimientos que nos prepara para ejercer nuestra profesión en un entorno donde las empresas se están digitalizando o las necesidades de los clientes están evolucionando hacia el uso de uno u otro grupo tecnológico de próxima generación.
Conocer el tipo de habilidades digitales que necesitamos como profesionales y aprenderlas no solo impulsará las carreras de las personas, sino que también garantizará que nos mantengamos actualizados y relevantes para el mercado laboral. La capacidad de ser contratado sigue siendo visible a los ojos de empresas, clientes y headhunters, “es la conversión en persona”, explica el experto.
Hoy tendremos expertos que se adentran en algún lenguaje de programación por ejemplo, pero por otro lado, habrá puestos que solo requieran habilidades extra; “Por ejemplo, un contador está funcionando bien ahora, pero comenzando a tener diferentes tipos de software para administrar cuentas ante el SAT o cualquier otro uso administrativo que uno quiera brindar información, porque es importante transformarse digitalmente para administrar datos, va a traer más productividad”.
Estas son habilidades a través de programas, o incluso ocupaciones, o incluso posiciones muy específicas dependiendo de la ocupación. Así como un segundo idioma es fundamental en muchos lugares de trabajo en estos días, la forma en que nos comunicaremos también lo será en lenguajes de programación y software.
Este desafío educativo lo asume la academia, “primero hay que entender qué necesitan las tendencias, la industria y el mundo. Primero, sepa que las cosas se han mezclado y personalizado, ya que las nuevas generaciones estarán buscando trabajos de esta naturaleza y lo mismo sucederá en la educación. Según datos de McKinsey, en 2030 el 75% de la población activa será menor de 35 años, es decir, nativos digitales.
“En el proceso, también complementamos los programas con un plan de estudios alternativo para que las habilidades digitales se puedan abordar con programas, certificados, microcertificados o títulos, no necesariamente se requiere un título de posgrado. Esto lo hemos hecho a través del Centro de Competencia Tecmilenio para que todos los estudiantes tengan una oportunidad”. Hoy, la cartera de Tecmilenio de más de 280 programas se adapta a las necesidades de los estudiantes y seguirá creciendo.
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